Keratina, aceite de argán y otros aliados de un cabello sano

El tratamiento de queratina ha supuesto una auténtica revolución en lo que a cuidado capilar se refiere, ya que ha venido a hacer realidad un deseo largamente acariciado por muchas mujeres (sobre todo aquellas que lucen melena): lucir un cabello voluminoso, sin encrespamiento y manejable. Pero la keratina no es la única sustancia “mágica” para conseguir un cabello perfecto; hay otras, como el aceite de argán, que también han demostrado su eficacia, fundamentalmente en la reparación de los cabellos más castigados o con problemas.

El aceite de argán no es en absoluto una sustancia “de última hora”, sino que fue descubierto hace siglos por las mujeres bereberes de Marruecos, las cuales lo convirtieron en el mejor aliado de sus cuidadas melenas y en artífice de su aspecto sedoso característico. Se extrae del argán (o arganier), una planta típica del sur de Marruecos. Su composición se basa en ácidos grasos esenciales (hasta un 80%), ácido linoléico (50%) y grandes cantidades de tocoferoles (vitamina E). Todo ello hace de él un potente agente renovador tanto para el cabello como para la piel.

Desde el punto de vista cosmético, la gran baza del aceite de argán es su extraordinario poder hidratante, capaz de suavizar al instante los cabellos secos, encrespados o muy rizados. Actúa directamente sobre la cutícula, “domándola” y haciendo más fácil el peinado. Además, el aceite de argán añade textura y brillo a todos los tipos de cabello, de ahí que cada vez sean más las líneas de productos capilares que lo incluyen entre sus componentes.

Hay que tener claro que tanto la keratina como el aceite de argán son sustancias que tienen muchos más beneficios para el pelo que simplemente alisarlo. Se trata de tratamientos renovadores y reparadores, que devuelven el brillo y la vitalidad a los cabellos más deteriorados; hacen que la cutícula vuelva a lucir sana y natural (aunque haya sido “castigada” por tintes, planchas, permanentes y demás procedimientos químicos) y, sobre todo, permiten lucir un cabello con volumen (el justo), libre de todo encrespamiento y fácilmente manejable.

El tratamiento de queratina debe ser aplicado siempre en centros con todas las garantías, como Svenson, donde la keratina que se utiliza es pura y está enriquecida con células madre vegetales. Aplicada sobre la cutícula, la keratina penetra en profundidad en la capa más externa del cabello gracias a la acción del calor de las planchas que se pasan mechón a mechón. Debe permanecer en el cabello durante aproximadamente 72 horas, para completar así su labor de “reconstrucción”.

En cuanto al aceite de argán, lo ideal es aplicarlo como mascarilla y dejarlo actuar sobre el cabello entre 15 minutos y media hora, dependiendo del estado del pelo. Lo mejor es utilizarlo antes de lavarse el cabello, ya que debido a su textura es muy difícil de eliminar y si no se enjuaga bien puede dar al pelo un aspecto excesivamente aceitoso.